Hace unos años, la sociedad estadounidense se apresuró a reducir el riesgo de enfermedades sexuales como el SIDA, y muchos hombres se preocuparon de inmediato por no tener que pasar por el proceso de excitación o olvidarla. Sin embargo, según un estudio publicado en la revista Sexual Medicine, un hombre que se excita a menudo no tiene más probabilidades de desarrollar el SIDA que un hombre que no se excita nunca.
En el estudio, los investigadores examinaron el riesgo de desarrollar el SIDA en hombres que tenían sexo con menores de edad, hombres que tenían contacto sexual con personas que tenían una enfermedad transmisible, u hombres que se excitaban mucho.
Los resultados mostraron que el riesgo de desarrollar el SIDA en un hombre que se excitaba era el mismo que en un hombre que no se excitaba nunca.
Según el doctor Michael S. Ryan, autor del estudio, esto podría deberse a que el movimiento y el tacto corporal que se producen cuando un hombre se excita estimulan la producción de VIH.
Sin embargo, el doctor Ryan aclara que esto no significa que un hombre que se excite tenga que olvidar la excitación.
¿Qué le pasa a un hombre cuando se excita y no termina?
Cuando un hombre está excitado y no termina, le sucede algo.
Las consecuencias son muy variadas, pero en general, el hombre se siente frustrado, ansioso, molesto, o incluso enfadado.
Por su parte, la pareja puede sentirse incomoda, pues el hombre no está cumpliendo con sus promesas de sexo.
Las consecuencias pueden ser tan graves como la infidelidad.
Los expertos en el tema indican que, en general, las consecuencias son negativas para el hombre, pero hay excepciones.
Por ejemplo, un hombre que no termina puede llegar a sentirse humillado, aislado, o frustrado con él mismo.
Otro caso es el de un hombre que no puede controlar su excitación. En este caso, el hombre se puede enfrentar a situaciones desagradables, como violencia física o abuso.
Por último, muchos expertos indican que el hombre puede tener más problemas en el sexo si no termina.
Las consecuencias negativas de no terminar pueden ser importantes, y es por ello que es mejor que el hombre sepa cómo terminar si no está dispuesto a satisfacer a su pareja.
¿Cómo saber si un hombre se excita cuando te ve?
Puede ser muy difícil saber si un hombre se excita cuando te ve. Pero hay algunas cosas que puedes hacer para asegurarte de que recibes la atención que buscas.
Una forma de saberlo es observando su lenguaje corporal.
Si se inclina constantemente hacia ti, o si hace muchos gestos sugerentes o sexuales, es probable que esté interesado en ti. Si no hace ninguna señal de atracción, puede ser difícil saberlo con seguridad.
Sin embargo, hay otras cosas que puedes hacer para que se interese más.
En primer lugar, asegúrate de tener el mejor aspecto posible. Un aspecto bien cuidado puede hacer que un hombre se sienta más seguro y atractivo.
En segundo lugar, asegúrate de hablar con claridad y seguridad. Puede que un hombre no sea capaz de verbalizar lo que siente, pero seguro que responderá a tu voz y a tu presencia.
Y por último, sé tú misma. No intentes ser alguien que no eres: una mujer segura de sí misma será más atractiva para un hombre que una pegajosa o tímida.
Si todavía no estás segura de si le interesa, siempre existe la posibilidad de preguntárselo directamente.
Eso sí, asegúrate de hacerlo de una forma que no parezca demasiado atrevida o desesperada. Hazle saber que estás interesada sin ser demasiado insistente y comprueba si muerde el anzuelo.
Si no es así, no te desanimes: hay otras formas de hacer que se sienta atraído por ti.
¿Cómo se siente un hombre excitado?
Cuando un hombre está contento, se siente un poco excitado. Sus ojos brillan, su rostro es radiante y sus labios son una sonrisa.
Su respiración se acelera y su corazón parece bailar alegremente. Es una sensación agradable y refrescante.
Para un hombre, el éxito es el mejor regalo de todos.
Su satisfacción y alegría son contagiosas, y contagian a todos a su alrededor. Su esfuerzo está al servicio de otros y está lleno de energía positiva.
Su felicidad es contagiosa, y sus esfuerzos ayudan a otros a alcanzar sus propósitos.
Es una sensación tan gratificante que mucha gente se empeña en alcanzarla. La felicidad es una energía muy poderosa, y los esfuerzos que una persona emprende para alcanzarla la convertirán en una mejor persona.
Cuando una persona está contenta, la vida le parece mejor.
Se siente relajada y serena, y sus acciones son las mejores decisiones que puede tomar. La alegría es la mejor energía para construir el futuro, y cada persona tiene la capacidad de cambiar el mundo por el bien.
Sólo hay un lugar donde esta energía negativa puede llenar a una persona de tristeza y desesperanza: el lugar donde la persona se siente sola y atrapada.
La felicidad es una energía que nos pone a salvo, nos protege y nos lleva a una vida mejor.
Esperamos que este artículo te haya ayudado a entender el significado de la felicidad y cómo puedes alcanzarla. Siempre estamos aquí para ayudarte a ser el mejor que eres.
¿Qué se siente cuando a un hombre se le para?
Cuando un hombre es detenido, la sensación general es de incomodidad. El ser atrapado, secuestrado o detenido en cualquier forma no es agradable.
Por lo general, el hombre se encuentra nervioso, con la sensación de que algo no va bien.
A menudo, el hombre se siente amenazado, inseguro y nervioso. A menudo, también se siente molesto, como si estuviera enfadado con el mundo, o como si no estuviera seguro de lo que está ocurriendo.
El hombre se siente asustado, en muchas ocasiones, y se pregunta si está cometiendo un error.
A menudo, el hombre se siente con el miedo de que su situación pueda empeorar.
Por supuesto, no todos los hombres experimentan estas sensaciones. Dependiendo de la personalidad del hombre, puede sentirse nervioso, asustado o simplemente incómodo.
Conclusión
En conclusión, es importante recordar que cada persona es diferente y que algunos hombres pueden no experimentar ninguna excitación sexual. Para estos hombres, es importante hablar con su médico o terapeuta para averiguar por qué ocurre esto y cómo superarlo.